Era una tía americana que cantaba algo así como que había dejado a su novio, pero este le llamaba por teléfono y ella le mandaba a freír espárragos.
Lo primero que se me ocurrió pensar es que si la gente entendiera las letras inglesas creo que escucharíamos mucha menos música suya.
Pero claro, entonces pensé que, excepto honrosas excepciones, la música española (o castellana o como se diga de forma políticamente correcta) tiene también tela. De hecho pensé exáctamente en "tiene tela" porque la canción que seguía, española, hablaba de un tío que "entraba en un bar repartiendo tela"... o algo así.
Y es que el 99% de las canciones... hablan de amor. Ya es cansino, ¿no?
"Joder", pensé, "¿porqué todas las canciones son tan ... infantiles?".
"Bueno, infantil no es la palabra. Pero es que toda la música me parece hecha por chavales de 20-30 años. Todas hablando de enamoramientos, chulerías o simplonadas parecidas."
Y entonces me llegó la revelación en dos fases.
¿No os ha pasado nunca que una idea ridícula se asienta en la cabeza y de repente mogollón de cosas adquieren sentido? Tanto es así que dejas de pensar que es ridícula.
Pues a mí se me ocurrió pensar que, claro, es que casi todas las canciones las escriben tíos o tías de 20-30 años. Principalmente viviendo el momento más feliz de su vida. Donde el mayor problema que tienen es que se enamoran (curiosa palabra para describir un atajo al sexo, a propósito), se desenamoran o su media naranja les da boleto.
Ooooohhhh. ¡Qué problemón! Mi novia me ha dejado y me tengo que buscar otra... o si lo prefiero no, claro.
No sé si se me nota que destilo insana envidia. Pero me tenéis que entender, en ese momento mis dos hijos berreaban como posesos en los asientos de atrás. Y eso después de un día entero dedicado a ellos con la infundada esperanza de que así estarían contentos. ¡Y no más de diez minutos contentos en todo el día! Sí: es diez veces más de lo normal de un día cualquiera... pero cansa.
Y entonces recordé haber leído en algún sitio que los grandes avances en física los hacía gente menor de treinta tacos. Es algo así como un dicho: si no descubres algo antes de los treinta, ya no lo descubrirás.
Mi mente cerraba círculos en torno a dos ideas: "antes de los treinta", "¡que se callen los niños!", "antes de los treinta", "niños"... "treinta", "niños"...
Y entonces se me encendió la lucecita. He aquí mi segunda fase de la revelación: "¡Joder, claro!, ¿cómo vas a descubrir nada o escribir canciones después de los treinta... si casi todos tenemos hijos para los cuarenta?"
¡Son los hijos!
Se llevan todas las energías.
Son el regalo que la naturaleza nos hace para que no se nos haga tan aborrecible la muerte.
De hecho te alargan la vida: te quitan dos años por cada año que pasas con ellos, si, pero parecen veinte.
Y desde entonces alguna cosa más me ha cuadrado:
- Hay muchas menos mujeres con premio Nobel que hombres. Pues claro, no le echan tanto rostro como nosotros y ellas sí cuidan a los hijos.
- En las películas sólo sale gente joven. El resto está cuidando de sus hijos, ¡elemental!
- Casi todos los grandes genios o descubridores o grandes mentes... tenían niñera. O su vida familiar daba asco.
- ¿Cuando empezó Tolkien a escribir el señor de los anillos? Pues cuando estaba en las trincheras en plena primera guerra mundial. Mucho más tranquilito y en paz que en su casa con cuatro hijos.
- ¿Cómo terminan todos los cuentos de princesas? Pues en la boda evidentemente. En ese momento la princesa está tan contenta que escribe el cuento de su vida. Luego tiene hijos y entonces sigue uno de dos caminos: o se convierte en la mala de otro cuento, o se deja la vida cuidando a sus "principitos" y "princesas".
- ¡Shrek 4 la ha escrito un tío divorciado! ¡Y sin la custodia de sus hijos! Sólo así se explica que sepa tanto de ser padre y sin embargo pueda haber escrito un guión.
- Los libros escritos por gente mayor son insufribles. Parecen escritos por gente amargada y terminal. Espera, ¡es que han tenido hijos!
- Antes la gente vivía menos. No perdona, es que antes la gente tenía antes a los hijos. Después estás muerto.
Y podría seguir. Pero ya sería cansino...
Me encanta, muy gracioso.
ResponderEliminarEs la cruda verdad.
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